El alumno
Santiago Tejedor
El gran avance que hemos tenido en materia de tecnología y educación, significa un cambio, también, en el tipo de alumno con el que nos vamos a relacionar.
En base a los resultados obtenidos del programa Eye Tracking, se reporta que la mayoría de los usuarios de tecnología, hacen recorridos superficiales en la red, buscando elementos que despierten su atención, divagando de un tema a otro y con una mínima capacidad de concentración.
Por lo que nos encontramos con un estudiante que presenta las características siguientes:
Multitasking: hacer múltiples tareas al mismo tiempo.
Atención flotante: estar atento a todo y a nada a la vez.
información también puede ser productor de contenidos.
Autores 2.0: creador de contenidos,
basándose en la ética y compromiso
profesional.
Nativos y residentes: viven y entienden
el mundo desde la tecnología.
Aunado a éstas características, nos encontramos con un sin fin de mitos derivados del gran impacto tecnológico que nos rodea, entre los más significativos tenemos:
a) Los profesores no saben de tecnología.
b) Los alumnos no quieren leer.
c) Hay asignaturas aburridas.
d) Internet, chatear y las redes sociales son el demonio digital.
Sin embargo, debemos ser muy cuidadosos y objetivos y no dejarnos guiar por éstas ideas, que, si bien no son reales, se tiende a pensar, en el común de la sociedad, que si.
Sin embargo, debemos ser muy cuidadosos y objetivos y no dejarnos guiar por éstas ideas, que, si bien no son reales, se tiende a pensar, en el común de la sociedad, que si.
Se sugiere tomar en cuenta éstas consideraciones:
⇒ Equivocarse es sano.
⇒ Aprender a preguntar
⇒ Enseñar es compartir.
Con el fin de enriquecer la relación aprendizaje-tecnología y que se genere el mayor beneficio en educación para todos los involucrados.
Referencia:
Pérez Tornero, J., & Tejedor Calvo, S. (2016).Ideas para aprender a aprender:Manual de innovación educativa y tecnología.Editorial UOC.
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